En un Hipódromo de Neuquén colmado desde las primeras horas de la mañana, símbolo inequívoco del imán de un caballo con aureola de ángel, el fenómeno de Sharper conquistó el Gran Clásico de 475 metros al derrotar por varios cuerpos a Resistiré, que recibía la cortada y sucumbió ante la superioridad del alazán.
Con la monta de Juancito Goñi, el pupilo del “Loco” Baglietto mantuvo así su foja invicta en la calle, dentro de una serie que incluye conquistas en los 675 y los 600 metros de Santa Rosa (La Pampa), los 600 de Puán (Bs. As.), los 550 de Gobernador Gregores (Santa Cruz) al reprisar de larga data, los 550 de Curuzú Cuatiá (Ctes.) y ahora los 475 del circo sureño de Canal V.
La barra de Jimmy B estuvo bien temprano en un fogón pasando el disco, meta chivo, cordero, asado y costillares, todos ataviados con remeras alusivas a su ejemplar, mientras de fondo sonaba el tema “Resistiré”, en un espectáculo sólo explicable con la palabra pasión. Y el pingo de Vista Alegre experimentó la envergadura del flete de 9 de Julio, que centralizó una vez más las miradas unánimes del país burrero, alcanzando un rating abrumador en las redes sociales.
Volvieron al pesaje con el piloto vencedor abrazando al vencido y pidiendo aplausos para su rival, bajó una ovación difícil de traducir. "Ver correr a este caballo es un sueño y presenciar esto da ganas de llorar para los que amamos el turf", nos cuenta in situ el amigo Franquito Chambón.
Al caer la tarde neuquina no hay murmullos ni corridas. Sólo “viento de libertad sangre combativa”, porque las palabras de Sharper matan en los hechos cuando el hijo de Shape deja de estar agazapado en lo más oscuro de su habitación.
Por: Pablo F. Gallo
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