Día Internacional del Periodista de Turf

El arte de informar sobre la actividad del turf es una tarea noble que se la lleva inserta en el alma misma. Cuando el orgullo, la alegría y la emoción del o de los ganadores están por explotar…allí está el periodista con sus cámaras para la nota y la toma de imágenes de lo que será en algunos años, tal vez, su más codiciado tesoro.

Afortunadamente el turf tiene tantas facetas que para el periodismo especializado no le resulta demasiado difícil escribir cada semana sobre lo que sucede. Primero lo que ocurre con los caballos en la pista, pero eso no agota ni mucho menos todo lo que rodea a la actividad, ya que brinda un espacio que el aficionado o aún quien no lo es, tanto por saberlo como por curiosidad lo registra con interés.

Es decir que nada queda librado al azar sin el comentario correspondiente por parte de los están palpitando en vivo las carreras, con las notas a los jockeys, entrenadores, propietarios y criadores.

Los a veces largos viajes para llevarle a la gente las reuniones especiales que se realizan en la provincia, sintetizan el esfuerzo de los periodistas que no tienen sábados y domingos libres cuando el compromiso es ineludible. Lo que hace más valioso el esfuerzo es que en un

noventa y nueve por ciento son decisiones de los propios profesionales, que muchas veces deben insistir para que les permitan ir a lugares alejados porque las carreras lo justifican. 

No siempre es lindo viajar tan lejos y en días libres, pero existe una comunión entre su pasión por el pura sangre y la obligación de cada uno para llevar la información a quien le interese.

No voy a ensalzar nuestro trabajo pero vale la pena aclarar ciertos aspectos, sobre todo para la gente que sigue pensando en que no cuesta mucho ser periodista de turf. La condición primordial es el amor por las carreras de caballos y todo lo que lo rodea, sin ese sentimiento es inútil pretender sobresalir en cualquier actividad y sobre todo en el turf.

En su libro Anécdotas y Vivencias del turf, Ricardo Sauze señalaba: “no hace falta ser rey o rico para ser un auténtico burrero, sólo se precisa tener una gran dosis de optimismo e ilusión...”, palabras que también pueden definir a un periodista. El maestro, Carlos Nalé, siempre hacía hincapié en una sentencia: “..al principio jugas, luego te vas dando

cuenta de lo que significa cada carrera y podes, si lo deseas, seguir haciéndolo, pero cuando te des cuenta que es mucho mejor escribir sobre lo que ves para transmitírselo a otros, ese es el momento en que te convertís en un periodista de turf, porque te vas a enterar que lo haces para gente que sabe tanto o más que nosotros...” 

Una verdad que no tiene fecha de vencimiento.

Desde este humilde sitio saludamos a quienes se dedican a ello, poniendo todo de sí para que el turf se mantenga en auge y crezca día a día.