La Serie Federal llegó a
todo el mundo a través de Internet, también a Uruguay y a Estados Unidos por
simulcasting, mientras algunos gremios enquistados en el turf argentino le
dieron la espalda y conspiraron tristemente, movidos por el espíritu de la
regresión
Por CARLOS DELFINO
El camino
marcado por la Copa UTTA necesita de una continuidad. En el
mundo, los países con mayor jerarquía en lo turfístico y aquellos que intentan
progresar tienen su sustento en la expansión.
Argentina, uno de los principales productores de caballos de
carrera y generador de campeones casi en todos los continentes, no puede darse
el lujo de dejar reducido a un puñado de hipódromos la actividad, que debe ser
trasparente y con llegada, como mínimo, a todo el país.
Los programas de Palermo, San Isidro y La Plata, los únicos
hipódromos bonaerenses que corren exclusivamente carreras oficiales, se nutren
de un gran caudal de ejemplares provenientes de tierra adentro. Los necesitan
tanto como los criadores para poder vender sus producciones. Y el Interior, para
sostenerse y progresar, necesita tener el respaldo de los escenarios
tradicionales y dominantes, con el simulcasting de sus pruebas oficiales con
mayor frecuencia.
La hípica ha retrocedido en los últimos años en la Argentina por
seguir limitándose a un grupo reducido. Va a contramano. Para
que la industria recupere el prestigio interno debe abrir el juego, potenciar
sus recursos y encarar un proceso que brinde oportunidades de Norte a Sur. Será
beneficioso para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario