MIGUEL
CAFERE
Entrenador
de Sangre Pura de Carrera
Miguel Cafere es entrenador de Sangre Pura de Carrera. Uno
de los mejores del País, con quien tuvimos el gran placer, de conversar. Nos
conto sus inicios, la actualidad y de
planes futuros.
El hombre que prepara al más grande entre los grandes: CALIDOSCOPIO. Un hombre al que le
confían algunos de los mejores caballos del turf actual. Ese, del que vemos el
nombre en las planillas de resultados de los grandes premios.
El concordiense que nos enorgullece, que triunfa en nuestro
país y en el mundo. Simplemente un maestro del que se aprende por sus acciones.
Conocemos a Miguel Cafere aquí, en su gentileza de brindar a
bandera verde turf, de forma exclusiva, esta conversación, que agradecemos
cordialmente.
Bandera Verde:
Miguel, ¿Naciste y te criaste en Concordia?
Miguel Cafere:
Sí, acá, en un pueblito cerca de Concordia que es La Criolla, ahí tengo a mis
viejos, mi mamá, mi papá y a mis hermanos.
BV: ¿Cómo te vinculaste al mundo del turf?
MC: Yo trabajaba con un señor de apellido Almirón (El
“Negro” Almirón), un carnicero de ahí de La Criolla, que tenía caballos
cuadreros. Entre a trabajar con él y me empezó a llevar a las carreras
cuadreras y a mí los caballos me encantaban. Almirón cuidaba acá en Camba Paso
con Yubar y empecé a venir al hipódromo y así le agarre el gusto a las
carreras. Comencé a montar y aprender a
andar a caballo, los fines de semana vareaba con “Chingolo” (Jacinto Benítez),
con Darío Aguerreberry y solíamos estar en el stud de Mazulla.
BV: Antes de ser trainer, también probaste suerte desde
arriba de los caballos
MC: Sí. Me fui de acá a San Isidro y entre a estudiar al
colegio. Estuve tres años en la escuela de aprendices. Después salí a correr y
tuve la suerte que corrí y gane, gane enseguida, y después tuve la mala suerte
de tener una rodada, donde me quebré los dos brazos, que me tuvo un año parado.
Y después seguí en lo mismo, vareando y corriendo, poco digamos, porque cuesta
después que te caes cuesta volver. Fui jockey profesional, gane más de 130
carreras… la verdad no me puedo quejar.
BV: ¿Así qué tu partida de Concordia tiene directa relación
con tus ganas de ser jockey?
MC: Sí totalmente.
BV: ¿Qué paso cuando le dijiste a tu familia, que te ibas?
MC: Estuvieron de acuerdo, porque no tenía muchas opciones
laborales acá en Concordia y a mí que me encantaban los caballos y mis propios
amigos me decían que aproveché, que yo era liviano y que vaya a probar suerte a
Buenos Aires. Y entonces agarre coraje y me fui.
BV: Claro, porque para vos no habrá sido nada fácil
insertarte en una ciudad tan grande, teniendo en cuenta que te ibas de un
pueblo tan chiquito.
MC: Sí, igual no lo pensé mucho porque sino, no iba, entonces tome coraje y me fui. Llegue
allá y empecé a trabajar de peón, hasta que me mandaron a la escuela. Así
fueron mis comienzos en Buenos Aires.
BV: ¿Cómo decidiste empezar a cuidar?
MC: Yo ya estaba corriendo poco y me case, con una
concordiense de la familia Lugrín. Y como te decía, corría poco y estaba
esperando una hija, y me ofrecieron un sueldo fijo, pero yo tenía que quedarme
a varear los caballos de un stud, me daban oportunidad de que busque montas
afueras, pero tenía que cumplir un par de horas ahí con ellos. Entonces yo para
asegurarme el sueldo, porque era un momento en el que el turf en Buenos Aires
estaba mal, eran poco los premios, hasta Palermo estuvo a punto de cerrar,
porque todavía no estaban las maquinitas; y entonces me quede ahí y agarre a
cuidar unos caballos como para llevar más plata a mi casa porque corriendo
solamente no era fácil. Así fue como comencé a cuidar.
BV: Contanos, como está formada tu familia
MC: Mi señora Lucia, una nena de 13 años que se llama
Aldana, y una de 7 años, Sofía.
BV: ¿Qué opinan ellas sobre tu actividad?
MC: Están de acuerdo, les gusta. Les gusta cuando
ganas…(Risas). La verdad que me bancan un montón, porque yo estoy muy pocas
horas en mi casa. Tengo poco tiempo para pasar con ellas y el tiempo que tienen
tratan de aprovecharlo al máximo. Son muy compañeras.
BV: Teniendo una señora que estuvo vinculada al turf desde
chiquita, a ella no se le hace tan difícil entenderte… (Miguel se encuentra
casado con Lucia Lugrín, hija de Raúl Lugrín, hermana de Cristian “Tingo”
Lugrín y nieta de “Lilicho” Lugrín, tres inmortales de la fusta)
MC: Eso se me hizo más fácil a mí, porque ella supo
apoyarme, entenderme, porque no siempre fueron todas buenas. Pasamos por
problemas de trabajo, las cosas no salían y te tienen que aguantar en tu casa,
aguantar los cambios de carácter, de humor y ella me banco un montón y me sigue
bancando.
BV: Cuando perdés, ¿Sos buen perdedor?
MC: Y si. No conmigo, porque soy muy autoexigente.
BV: ¿Sos de ponerte metas determinadas para un año
puntualmente o vas dejando que las cosas vayan surgiendo?
MC: No, no. A medida que van surgiendo las cosas las voy
armando. O sea, uno siempre proyecta algunas cosas y va hacia eso.
BV: Ahora estamos al comienzo de la temporada, quiero preguntarte como haces para volver a empezar,
como seguís al año siguiente. Te pregunto esto porque cuando uno viene de un
año muy parejo en cuanto a éxitos y logros, al año siguiente, como haces para
renovar las ganas?
MC: Y seguís buscando con los potrillos, pensando. Ya le vas
viendo cosas a los potrillos, que vos decís puedo ir a tal lado y hacer lo
mismo con tal otro. Siempre tratando de mejorar, siempre trato de mejorar.
BV: En el aprendizaje de preparador, la materia más
importante es saber observar?
MC: Sí, es lo más importante. A mí me valió de mucho lo que
yo tengo hecho como jockey.
BV: También hay un poco de intuición?
MC: Sí exacto. Y que trabaje con cuidadores muy importantes
de San Isidro, te diría los números uno, y vas agarrando cosita de ellos. A mí me tienen muy bien visto por la opinión
de arriba del caballo. Me buscaban mucho para que monte los caballos buenos o
que iban a correr carreras importantes, por la opinión que yo daba sobre el
animal. Los cuidadores tenían mucha confianza en la opinión mía.
BV: ¿A quién admiras como trainer? Y por qué?
MC: Yo he trabajado con cuidadores buenos, como Cacho
Pascual, Etchechoury padre e hijo, Eduardo Ferro, pero con el cual mas trabaje
y que para mí es un fenómeno, es Frenkel Santillán. Es un tipo que sabe muchísimo.
Muchos lo tienen por “loco”, porque vive acelerado, es un “bocho”, tiene una
maquina en la cabeza. Es un hombre que proyecta las cosas, es un visionario.
BV: No puedo dejar de preguntarte por Calidoscopio…
MC: “Calidoscopio fue una película que se hizo…” (Risas). La
idea de llevarlo fue de Frenkel, que creo que solo a él se le puede ocurrir una
idea así… yo pienso que no lo haría nadie con un caballo de 9 años. El único que
lo podía hacer lo hizo y lo llevamos y fue con éxito…(Risas)
BV: Con que te quedas como enseñanza, tanto en lo profesional
como en lo personal, con lo vivido con Calidoscopio?
MC: Bueno primero el sacrificio que hicimos para llevarlo y después
aprendes cosas que acá no las haces y las tuve que hacer allá. Aprendes de la
conducta de la gente que te enseña que tenes que hacer las cosas correctamente,
o sea en el trabajo y en todo. También a respetar cosas que quizás acá no las
respetas…
BV: Sos un agradecido a la actividad? A quien sos
agradecido?
MC: Sí a la actividad, porque lo mucho o poco que tengo me lo
dio la actividad y siempre agradezco a Dios porque soy creyente y porque tengo
salud para poder encarar todos los días. La actividad me dio todo.
BV: Cual es el caballo que más satisfacciones te ha dado o
cual es ese que vos decís me encanta prepararlo?
MC: (Risas)… La
verdad que Calidoscopio los supero a todos.
BV: Los días que compiten tus caballos, tenes una cábala o
ritual para que te vaya todo bien?
MC: Soy cabulero. Tengo muchas cábalas, son cosas que las
vas incorporando, cosas del trabajo, lo que hago de mañana o como ensillo. Por
ejemplo allá en Estados Unidos ensillan al revés. Ensillan del lado derecho del
caballo y yo no, del lado izquierdo pongo el mandil, la montura… y me paso con
un tipo que le llevaba las cosas al jockey, porque ensillan ellos prácticamente,
vos solo ajustas la cincha, y yo le saque las cosas y el tipo me dijo: ¿Quién ensilla
acá? Y agarro y se fue…(Risas)
BV: A quien admiras como jockey profesional?
MC: Profesional, profesional completo, que por eso es el
uno, es Pablo Falero
BV: Y de los aprendices?
MC: Hay un chico, García de apellido, que anda ganando, pero
aparte es humilde y trabajador, que eso es fundamental. Porque allá ganan dos o
tres carreras y ya dejan de ir los miércoles o los domingos, eso es lo malo. La
verdad que este chico es trabajador.
BV: En tu vida solo hay lugar para el turf, o hay otra cosa
que también te apasiona hacer?
MC: Todo es turf, todo el día turf y a veces fútbol, pero
muy poco. Turf en el hipódromo, en mi
casa y a todos lados donde voy… (Risas)
BV: Pensas que el aficionado a la hora de hacer las apuestas
se fija en el programa quien prepara al spc? O es un mito creado por los
aficionados?
MC: No, no es un mito. Se fijan, es muy importante porque
saben cómo cuida y como llega el caballo a la carrera. Los que más apuestan
verdaderamente quédate tranquilo que a eso lo tienen bien claro.
BV: Cuales son las cosas, a tu criterio, que tiene que
mejorar el turf?
MC: Mejorar en darle más beneficios al apostador, más
transparencia. No hay nada raro, pero aclarárselo a la gente, blanquear todo, a
donde van los fondos, o que se hace con el dinero que se recauda.
BV: Como ves el turf del interior del país?
MC: Está muy fuerte el turf en el interior. Ha mejorado un montón,
por ejemplo acá en Gualeguaychú, Gualeguay o en Villaguay tienen una caballada
muy importante, que van a competir de igual a igual a Buenos Aires y ganan
muchas carreras. Muy lindos caballos y presentados de primera, está bien, acá
los costos son menores, es más barato, pero a pesar de eso, están bien cuidados
y no le tienen envidia a nadie.
BV: Algo pendiente en plano de lo profesional?
MC: Ganar el Nacional. Este año quiero ganar el Nacional, si
Dios quiere…
BV: Un sueño por realizar?
MC: Sueño con tener bien a mi familia, que mis hijas tengan
un buen estudio, porque cuando fui a Estados Unidos, se me hizo muy difícil porque
no sabía ingles. Quiero que mis hijas y mi familia tengan todo.
BV: Y el hijo varón?
MC: Y… si viene… viene, pero no lo vamos a buscar…(Risas)
BV: Muchas Gracias Miguel.
Después de hablar con él, sobre todo de “sentir” cómo es Miguel Cafere,
si nos pidieran el modelo del “hombre humilde y sencillo”, lo señalaríamos. Posee
esa humildad que solo “los grandes de verdad” poseen. La armonía entre sus
aspiraciones y lo que ha logrado parece ser total. Su rostro, sus gestos, su
atildada figura, todo traduce su gran calma interior. Si alguien, en un mundo
tan conflictual como el presente no necesita más o menos urgentemente los
servicios de un psicoanalista, estamos seguros de que es él. Esa matemática
celebración que guía la conducción de un caballo en carrera, la ha utilizado
para organizar su vida con igual precisión y alcanzar el éxito. Ese éxito que
no lo cambio para nada, lo detuvo en el tiempo para que podamos comprobar que
sigue siendo ese “Pibe” flaquito, Miguelito… el de acá, de La Criolla, de
Concordia.
BANDERA VERDE
No hay comentarios:
Publicar un comentario