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martes, 28 de abril de 2015

El éxito, base de su proyecto

El entrenador Omar Tournoud dejó Villaguay, se radicó en Pilar y ahora los triunfos se multiplican.

Tournoud: "Tengo mucha satisfacción por esta gran etapa"
 Foto: Carlos Lares
Por Carlos Delfino  | Gentileza:  LA NACION

La vida del entrenador Omar Tournoud siempre estuvo ligada a las carreras de caballos, pero su nombre comenzó a sonar con más fuerza sólo en los últimos meses, a partir de la reiteración de sus triunfos en Palermo y San Isidro.

"Desde chico ayudaba en el stud a mi padre, Faustino, que era cuidador y había un caballo al que montaba yo todos los días, pero después lo corría un jockey cuando lo presentaba en alguna cuadrera", recuerda Tournoud, mientras recorre junto con LA NACION un camino que ya parece conocerlo de memoria: es el que va desde la herradura de los ganadores hasta la veterinaria del hipódromo del Jockey Club.

Termina de ganar su yegua Hidden Tramp en una prueba sobre 2000 metros y confiesa: "Estas son las carreras que más me gustan, porque tienen desarrollo y se viven más. Pero uno debe amoldarse al caballo y no tengo muchos que vayan a la distancia".

A eso hay que agregarle que sus comienzos fueron en Villaguay, Entre Ríos, donde predominaron siempre los cotejos de velocidad. "Las cuadreras allá eran casi una obligación, pero no solamente porque fueran mayoría en los programas. Antes de viajar había que probar al caballo dos o tres veces para ver hasta dónde podía dar por el costo elevado de los fletes", comenta Tournoud, que habla en pasado porque desde el año último cambió de búnker.

Lo explica: "Repartía mis días entre un autoservicio y la cuida, pero los negocios se complicaron y hubo que dedicarse de lleno al turf". Así, el entrenador abandonó su provincia y se estableció en el partido de Exaltación de la Cruz, con diez ejemplares.

"Tenemos arrendado la mayor parte del campo donde estaba el haras La Borinqueña y ahí hay una pista, gateras, boxes y hasta una vivienda. Ahora tengo cuarenta y dos caballos", señala el preparador, y subraya la principal diferencia en su trabajo antes y después de radicarse en Pilar: "Estamos mucho más cerca".

No obstante este presente exitoso, Tournoud se entusiasma con un futuro mejor. "Tengo mucha satisfacción por esta gran etapa que estoy viviendo. Uno proyecta venir y ganar carreras, y luego, llegar a correr y ganar los clásicos en los mejores hipódromos, que es la mejor forma de hacerse conocer", expresa, como para dejar en claro que también conoce la teoría de ese camino.

Festejo en familia

En la mayoría de sus éxitos, Tournoud se asoció con el aprendiz Mariano Palacios, que descarga 4 kilos. "Es mi sobrino. Vive y trabaja en el campo, y me corre todos los caballos menos a los productos, porque no puede por reglamento", dice el entrenador.
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