En
junio de 2013, por una fuerte rodada en la arena de Palermo, Emiliano
Mirón tuvo que dejar la actividad de jockey. A base de una intensa lucha
salió adelante de un delicado estado de salud y actualmente presenta secuelas
irreversibles como la pérdida de la vista en su ojo izquierdo, la
audición de un oído y el sentido del olfato, pero su pasión por su profesión
puede más y tiene como objetivo volver a competir.
La profesión de jockey es una
de las más lindas del mundo, aunque también tiene un alto nivel de
peligrosidad. Emiliano Mirón es un látigo oriundo de Santa Fe que la luchó con
el empuje de un verdadero campeón en una situación nada sencilla. Todo
comenzó cuando en la tarde noche del 30 de junio del 2013 durante
una prueba en el Argentino se cayó sobre la cruz Artorius y presentó golpes en
la cabeza como también una triple fractura de la caja ósea.
El tiempo de recuperación fue
extenso y tuvo su costo, pero su amor por esta profesión puede más y ahora
piensa en serio la chance de volver a empuñar una fusta. “Quiero volver a
competir. No tengo miedo de montar un caballo de carrera. Es mucha la ansiedad
por esa sensación que sólo te la da ser jinete”, dice con firmeza y dejando
atrás esos tres años y siete meses que le demandó su rehabilitación.
Su padre es Atilio, un
reconocido entrenador del turf federal y uno de los que se niega a que lo
intente de nuevo. “Se empaca cuando habló de eso”, confiesa Mirón con un
término bien hípico, algo que conoce desde muy pequeño. No sólo su progenitor
está en contra de su reaparición, sino también su esposa e hijos. “Ellos
sufrieron mucho y los entiendo”, agrega. “Fue una desgracia con mucha suerte”,
afirma Emiliano conociendo que transitó por una situación extrema.
Es uno de esos trabajadores
que, pese a todo lo que sufrió, tiene una relación de amor incondicional hacia
esta actividad. Un caso que conmueve porque sus gestos y palabras dan por
garantizado que tiene una propia convicción. Ya ganó una carrera de las
complicas; así que tiene muy merecido cumplir su meta.
Nicolas Alcade
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