Excelente noticia publicada por el colega Daniel García,
desde su portal www.argentinaturf.com. El “Lole”
había tenido una grave rodada hace poco más de tres años en Palermo.
Tarea titánica
para un deportista volver luego de un accidente, en cualquier actividad. A los
49 años, Roberto “Lole” Quinteros (nativo de Jovita) terminó radicándose en Río
Cuarto para iniciar una nueva etapa: la de cuidador.
- Recuérdeme que
le pasó cuando estaba transitando su mejor momento como jockey…
- Y, fue hace
tres años y medio durante un ejercicio en Palermo, el caballo que montaba rodó
y yo sufrí una lesión en la columna que me afectó la médula y también tuve
fractura de siete vértebras. Estuve cuatro meses sin mover las piernas.
- ¿Le dejó
secuelas?
- No, tengo
algunas molestias, algún dolorcito, pero nada grave. Sigo yendo al kinesiólogo
Germán Picotto, gracias a él adelanté un montón, hasta puedo saltar a caballo.
- ¿Se vino a
vivir a Río Cuarto?
- Sí, hace siete
meses. Primero vine por el tratamiento médico y después ya le pedí a Martín
Antuña que traiga los muebles y me quedé porque tenía idea de volcarme a la
cuida. Como a Javier Bonacci (stud Buena Vida) lo conozco de cuando le corrí
algunos caballos en Buenos Aires, hablamos el tema y me arrimó unos caballitos
como para empezar. Tengo cinco de él hoy.
- Y mentalmente,
¿cómo se siente?
- Bien, muy
bien. Y al estar otra vez todo el día con los caballos me beneficia, uno se
olvida de todo. Esto es como una adicción, no salís más. Mañana y tarde, hay
que ser muy constante.
- Usted cuando
era joven había experimentado esto de ser cuidador…
- Pero hace
mucho, era muy chico. Me fui con un propietario de caballos (Olivero) a
Necochea, en el interior he hecho un poco de todo con los caballos, desde
levantar camas hasta herrar.
- ¿Cómo fue
pasar de un primer plano a estar inválido?
- Me costó
mucho. Mentalmente estaba bien pero físicamente mal. No quería ni que me
vieran. Con el paso de los días me propuse recuperarme, luché con alma y vida y
acá estoy.
- En aquel
momento ganaba asiduamente, ¿la gente que estaba con usted en el éxito lo
abandonó después?
- No, no…, pasa
que en Buenos Aires se anda a mil, no hay tiempo ni para pensar. Cuando uno se
desconecta es eso nómas, se pierde el contacto. Cuando estaba allá yo no
paraba, era trabajar y estar, ese fue mi libreto junto con el respeto y el
decir siempre las cosas de frente.
- ¿Se puede
tomar esto como una nueva etapa en su vida?
- Sí, calculo
que son los últimos cartuchos que voy a tirar (risas…). Estoy contento, sé que
acá en Río Cuarto es difícil ganar, hay muy buenos caballos y profesionales
pero yo tengo fe en lo que puedo hacer. Y además siempre nos juntamos con mis
hermanos Gustavo, Raúl, Facundo que me ayudan también y tengo a mi familia,
hasta una nieta que me viene a visitar.-
Desde BANDERA VERDE TURF le deseamos el
mayor de los éxitos en esta nueva etapa al "Lole" querido.
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