Con esta publicación
sobre el Premio San Antonio de Padua, buscamos que esto sea parte de la
motivación que lleve a la comunidad deportiva turfistíca a participar de la
vigesimoquinta edición que se habrá de concretar el próximo viernes 14 de
diciembre, donde recibirán un reconocimiento por haberlo recibido en ediciones
anteriores los siguientes jockeys concordienses:
Daniel Areguattí, Juan
Martínez, Luis Ojeda, Fabricio Rodríguez y José Santa Cruz.
Faltando pocos meses para finalizar 1.988, un grupo de dirigentes de la
Agrupación Atlética Plaza España encabezados por Juan Diego López, interesó a
la Municipalidad y a la ya desaparecida empresa Concordia Refrescos, para
reconocer en el acto de premiación de la Maratón de Reyes, a quienes se
destacaban en otras disciplinas deportivas.-
Cuando estos
dirigentes se entrevistaron con el por entonces Director de Deportes, Profesor
Luis Emilio Fonseca, éste tomó la idea y se la volcó a un grupo de dirigentes
de distintas disciplinas, que la enriquecieron y la plasmaron en lo que sería
como resultado el Premio San Antonio de Padua, direccionándolo hacia la
juventud, ya que en su espíritu, se buscó que contribuya a paliar la deserción
hacia el deporte que se observaba en esa etapa de la vida de los practicantes
de las diversas actividades. Para esto, se buscó no solamente reconocer al
mejor con el Premio a la Especialidad, sino también a aquel que, si bien no
obtenga un excelente resultado deportivo, sus actitudes lo lleven a ser
destacado como un modelo para los demás, y ese fue el motivo de la segunda
acepción, el Premio al Mérito. Pero debía ser también un reconocimiento para
aquellos mayores, que con su accionar servían de guía a los más jóvenes, y para
ello se pensó en una tercera distinción en cada disciplina. Cuando llegó el
momento de definir quienes debían designar a los que lo recibirían cada año,
los Entes Rectores de cada disciplina, quienes más en contacto se encuentran
con el día a día del deportista, fueron quienes se harían cargo de los
reservados a los jóvenes, que tendría límite de edad y direccionado
exclusivamente a los deportistas amateurs, en tanto que el Periodismo Deportivo
nominaría al tercero, que no tendría límites de edad y no se tendría en cuenta
su condición de amateur o profesional.-
Luego vendría el otro punto importante dentro de la reglamentación, y fue el de determinar las edades para los Premios a la Especialidad y al Mérito, y tras varios cambios de opiniones entre quienes se hallaban discutiendo la reglamentación, se llegó a la conclusión de que las edades deberían oscilar entre los 11 y los 22 años cumplidos al 31 de diciembre del año de entrega, dejando aclarado que según la particularidad de algunas disciplinas, habría excepciones, y en una primera instancia quedaron fuera del requisito de edad y amateurismo el Automovilismo, Polo, Yachting, Turf, Windsurf y Karting.-
Llegado el momento de definir quienes estaban habilitados para hacerse acreedores al Premio, se puso en discusión que no solamente los nacidos en nuestra ciudad deberían tener esa posibilidad, sino también aquellos deportistas nacidos en otras localidades y que representen a la localidad por medio de alguna institución, de esa manera quienes defendían los colores concordienses también pudieron acceder a ser nominados.-
Cuando se trató la posibilidad de elegir a un deportista como mejor del año, se discutió que no se tenía manera de evaluarlos, ya que, una manera podría ser de acuerdo a sus rendimientos, pero la diferente modalidad de práctica de cada una de las disciplinas llevaría a cometer más de un error y así se descartó esa intención y se dejó con el reconocimiento por igual en las tres acepciones sin que uno sea más importante que el otro. Por ello, a diferencia de muchos premios, en el San Antonio de Padua no se designan ternas y de allí se elige al mejor, sino que los tres nominados obtienen el mismo reconocimiento-
Como el tiempo de trabajo escaseaba y la intención de la dirigencia era poder realizar la entrega antes del fin del año 1.988, no se tuvo tiempo para enviar un texto al Concejo Deliberante para su tratamiento y se consensuó con el entonces Intendente Cont. Elbio Ramón Bordet, concretar la primera edición al amparo del Decreto 24.095, quedando determinado que el Premio San Antonio de Padua se debía entregar en todas aquellas disciplinas deportivas que hayan cumplido en el año de entrega con un calendario mínimo de tres pruebas o competencias, fiscalizadas por Clubes, Ligas, Asociaciones, Federaciones o Confederaciones de cada especialidad.-
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