TODAVÍA NO ES TARDE…

EDNA

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Para Bandera Verde Turf

No hace falta viajar demasiado para poder comprobar que en las plazas más importantes del turf mundial el simulcasting  interno, es decir el que transmite carreras desde los mismos hipódromos del país, son una solución importante para energizar la actividad hípica, teniendo en cuenta que abre el espacio, y la mente, a mercados internos que de otra manera navegarían en una inercia totalmente improductiva. Desde hace ya muchos años que el interior de nuestro país se viene cayendo a pedazos y si se mantiene es por el esfuerzo de unos pocos a los que sólo los alimenta la pasión por el caballo de carrera, sin ningún otro retorno.

Lo que estuvo realizando la UTTA en los últimos años fue darle una bocanada de oxígeno al turf provincial organizando con mucho trabajo y riesgo, eventos realmente exitosos cuyo único sostén fue la fe en que la gente respondería a esa inquietud. Viajando permanentemente y ofreciendo shows atractivos y de muy buen nivel fue captando rápidamente el interés de un público ávido de cambio, consolidándose en muchos casos como una tabla de salvación para circos hípicos que estaban, en el mejor de los casos, listos para convertirse en country o terrenos baldíos por la falta de proyectos y de gente que se ocupara con criterio de cambiar el rumbo.

Pero nuestro país, lamentablemente, tiene un aspecto siniestro oculto donde priva el interés particular a despecho del éxito probado por cualquier intento. Es como decir “si no lo hacemos nosotros, no vale”, y lo peor. Es que se ocupan de desestabilizar a quienes hacen algo, sin darse cuenta que apoyando o solidarizándose con la idea es como se puede proyectar algo importante para el futuro. Las instituciones que componen y de alguna manera manejan el turf nacional han tenido con la UTTA una posición de indiferencia que roza lo insólito, no se acercaron con sincero sentido de compromiso para darle impulso, desde su lugar, a un trabajo que podrá ser criticado, pero cuyo resultado ha sido y es de un éxito casi inédito en el tratamiento del grave problema que existe entre el funcionamiento del turf central y el provinciano. A eso se le suman algunos gremios que operan con gran oportunismo la máquina de impedir sin darse cuenta que se perjudican a ellos mismos. En vez de dialogar apelan de las famosas medidas de fuerza que nunca han dado un resultado positivo y por él contrario siguen hundiendo un barco que navega en maremotos continuos. ¿Hacía falta que la UTTA cerrara el libro por un simulcasting sin tener la posibilidad de cambiar opiniones? ¿Hasta dónde llega la necedad de suprimir un muy buen proyecto por la opinión de pocas personas que deciden sin pensar en circunstancias que perjudican a la hípica del país?

Desde que tengo uso de razón nunca vi una institución que se ocupara realmente de solucionar el tema del interior con un trabajo a mediano o largo plazo como lo ha hecho la gente de la UTTA, no esperó nada de nadie y arrancó con el firme deseo de promover un cambio para un turf que lo necesita a gritos. Las instituciones del interior los apoyaron cada vez más viendo el innegable éxito que lograban y fue para todos un golpe de efecto con grandes chances de aprovecharlo para formar con vistas al futuro una actividad federal. Donde otros fracasaron estrepitosamente, llámense ligas, asociaciones, etc., la UTTA les mostró un camino a seguir, les dio un salvavidas para capear el temporal, pero en vez de agarrarlo lo devolvieron al mar.

Ahora es cuestión de replantear la función de nuestras instituciones y tratar de llegar a algún acuerdo para seguir adelante. Todavía no es tarde.