EDNA
Para
Bandera Verde Turf
No debe ser fácil entender a un
caballo teniendo en cuenta que fuera de Mr. Ed, no se conoce a ninguno que
pueda dialogar con un humano (para quienes no lo recuerdan les cuento que Mr.
Ed fue una serie cómica de televisión donde un caballo hablaba con su
dueño). Sin embargo existen
profesionales que aun sin emitir palabra
se entienden perfectamente con los pura sangre, me refiero a los peones,
cuidadores, jockeys y sobre todo a los veterinarios.
Cuando
son citados por los entrenadores para que revisen a su animal “…que no está
corriendo como debe… algo le está pasando y no doy con la tecla…”, el galeno
emplea varias tácticas para descubrir, si la hay, la correspondiente dolencia.
Primero lo revisa de punta a punta para ver si su ojo sabio descubre algo fuera
de lo normal, luego comienza con el manoseo de rigor tocando, hundiendo los
dedos, doblando rodillas y nudos, raspando vasos y hasta dientes y orejas en
una tarea que más parece de un inspector de aduana que de un profesional
médico. A continuación también vienen los consabidos análisis que le permiten
saber si algo adentro no está funcionando.
Cuando
al cabo de todo ese trámite no aparece nada, allí es donde comienza su trabajo
psicológico que es lo más interesante
del tema. ¿Cómo se da cuenta un veterinario que el caballo necesita irse al
campo o cambiar la comida o poner un peón nuevo?. En el descarte que va
haciendo busca su propia experiencia en casos similares o agudiza su ingenio
para poder descubrir nuevas situaciones. Ese es el trabajo más destacable
porque allí priva sobre todo su intuición que nace del amor por el caballo y
que es sin duda lo que lo impulso a seguir la carrera.
¿Se
puede entrenar un pura sangre sin tener un veterinario que lo trate?, es
posible, pero nunca será tan bueno sin la ayuda del profesional. En general la
campaña de cualquier ejemplar destacado tiene como plataforma de lanzamiento el
aporte del veterinario, ni hablar de tantos caballos que tuvieron que ser
operados para mostrar su real capacidad. Cirugías de garganta, rodillas, nudos,
y otros miembros son materia común y en el porcentaje de beneficios los números
son categóricos en cuanto al exitoso resultado final.
En
los haras, donde ellos generalmente hacen sus primeras armas, el trabajo es tan
arduo que los obligan a vivir en el lugar, sobre todo en tiempo de parición.
Esta pasantía inicial va formando su carácter y su criterio y les enseña de
manera práctica, a hablar con los caballos. No existen las palabras, apenas una
seña o un grito, pero los cuadrúpedos entienden, hay un ida y vuelta donde
ambos, animal y humano, aprenden.
Cursos,
congresos e invitaciones a prestigiosos colegas del exterior son un claro
testimonio de los deseos que los profesionales locales ponen para perfeccionarse
cada día, a ellos la gloria de algún triunfo clamoroso los toca siempre de
refilón, no tienen como meta la fama sino apenas el reconocimiento, que muchas
veces se les niega vaya uno a saber porque.
Desde
aquí les rindo honor a quienes silenciosamente aprendieron a hablar con los
caballos y aportan su esfuerzo diario para el turf.
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