Fuente: DONGUIMA.COM
"Mostrando
parte de lo que somos, en paz, sin molestar a los vecinos"."Luchando
por lo nuestro". "Queremos soluciones" "Ponemos el corazón
en nuestro trabajo". Frases como esas se escucharon durante toda la mañana
en el Campo 2 del hipódromo de San Isidro donde el turf hizo un desfile para
exponer lo suyo y exhibirse unido en tiempos en los que el gobierno bonaerense
intenta ponerle piedras a la industria enviando al parlamento un proyecto de
ley que apunta a reducir subvenciones y subsidios.
Fue algo
histórico. No se vio nunca tanta gente de turf unida detrás de un mismo
proyecto. Hombres, mujeres, grandes, chicos, consagrados, noveles, históricos
amalgamados por la necesidad de reclamar para que no le quiten lo suyo sin
salir a cortar rutas.
Fue un ejemplo
de civilidad, también. Una apuesta al ingenio apelando a herramientas nuevas
como la de una marcha puertas adentro para que se viralice afuera.
Doscientos
caballos, mínimo; cientos de trabajadores sin consignas partidarias y
recibiendo apoyos. Cobertura oficial del evento, profsional y amatur. en cada
celular esta vez hubo un cronista ciudadano, registrando que´pasaba para
compartir.
Estuvo Gustavo
Posse, el intendente de San Isidro, como se esperaba mostrando que es uno de
los nuestros.
"Fue lo que
se debió haber hecho siempre. Catorce años recibiendo el beneficio que le
correspondía a nuestra industria y lo que no se hizo fue el posicionamiento de
la fuente de trabajo. El turf es una industria que no consume dólares y trae
dólares al país", declaró Posse ante la requisitoria de Irene Guimaraes
convertida esta vez en movilera
La presencia de
Posse fue un dato político no menor, interpretado como una toma de posición frente
al problema en el que intenta meter al turf la gobernadora Vidal. Y ese
problema involucra los puestos de trabajo de ochenta y tres mil argentinos.
También hubo
palabras de Juan Carlos Bagó. Fue antes de que todos cantaran el himno.
"Hace mucho que me dedico al tema de los caballos; los caballos han
transformado mi vida. Para mi ha sido un designio de Dios que me haya puesto
aquí."
Bagó pidió que
"la ley tenga el destino que tenga que tener". Y alguno cerca
habrá pensado en que lo mejor es que la tiren a la basura.
"Lo que importa es el trabajo de la gente apasionada por los
caballos. Difícil que se puedan incorporar a otra actividad", declaró
Bagó el dueño de Firmamento.
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