LA FRANCIA, Córdoba .- El Gringo José Luis
Grimaldi se encargó de venderle tortas a todo aquél que se animaba a mirarlo.
“Carísimas”, siempre se encarga de aclarar, pero luego lo ataca la ternura: “Son para el viaje de egresados de los chicos del
colegio, cheee...”.
Ya a esa altura, el tradicional Gran Remate Anual del Haras Don Florentino estaba
galopando afuera, porque el disco había quedado atrás hacía un ratito. Fiesta
en la noche del viernes, tremendo asado el sábado al mediodía y la simpática venta
por la tarde habían hecho el placer de las casi 2000 personas que se arrimaron
hasta este pequeño pero acogedor pueblo para vivirlo; la mayoría, una vez más.
Apoyado en sus hijos Lucas y Luis, y ya con el
nieto Luciano dando una mano también, el Gringo fue amo y señor del campo,
saludando a todos, encargándose de todos y, luego, rematando sus caballos con
un chiste en cada martillazo.
Si Castañón fue bautizado por Juan Carlos Bagó como la Capital de la Amistad, Don Florentino tranquilamente
puede compartir el concepto del farmacéutico burrero más
famoso. Sobraron las sonrisas y los buenos momentos, y la cuestión no sorprende
a nadie que haya ido al menos una vez. Porque, hay que hacerlo; es una materia
necesaria e indispensable para doctrinarse.
En materia económica, los buenos productos que
pasaron por el ring de ventas tuvieron el beneplácito de los compradores,
alcanzando precios más que buenos, con el destaque de Solo Un Jefe, un hijo de
Qué Vida Buena y la ligerísima Jezebel (Honour and Glory), vendido en 270.000
pesos (10 cuotas de 27.000).
También aparecieron entre los precios más altos El Zombie (Tale of the Cat y Zaraffa, por Mizzen Mast) y Start the Party (Qué Vida Buena y Stand
Pretty, por Pulpit), ambos compartiendo la segunda posición en el ranking
de mejores precios habiendo alcanzado los $ 250.000.
La entrada del haras está llena de trailers, el
dato simbólico de todos los que llegan cada año para llevarse algo. Claro que
muchos no pueden concretar el sueño, por más que además de potrillos se venden
caballos en entrenamiento, destetes y yeguas madres. En esta ocasión, el
promedio total rondó los 100.000 pesos. Tremendo.
José Luis, Luis, Lucas y Luciano ya empezaron a trabajar
para lo que se vendrá en doce meses, con una nueva edición de una de
las ventas más esperadas de cada temporada.
Habrá más y mejores productos, porque poco a
poco van saliendo a venta los hijos de las muchas yeguas (nacionales e
importadas) que llegaron a la cabaña en los últimos tiempos, dándole un salto
de calidad de los grandes.
El Gringo estará listo para venderles tortas a
todos para ayudar a los pibes, y a recomendar caballos a los amigos. Porque su
remate es lo que más disfruta en la vida; eso, allí, lo saben todos...
Gentileza: TURF DIARIO
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