La pregunta es ¿el fin justifica los medios? ¿Hay que
ganar sin medir consecuencias? ¿Cuál es la línea que divide estímulo positivo,
aliento o ánimo de la fusta de cruel castigo?
Un estudio del
doctor veterinario Paul McGreevy, de la Universidad de Sydney, publicado en
2012 teniendo en cuenta carreras australianas, demostró que azotar a un caballo
no aumenta la probabilidad de terminar en primero, segundo o tercer puesto y
que el 98% de ellos estaban siendo fustigados sin que influyera en el resultado
de las carreras.
Los analistas
que participaron del análisis entendieron que, en virtud de un marco ético que
consideró los costos pagados por los caballos contra los beneficios acumulados
por los seres humanos, la acción de azotar ejemplares cansados en nombre del
deporte es muy difícil de justificar.
El tema no es
nuevo. Asociaciones protectoras de animales lo tienen entre ceja y ceja desde
hace bastante tiempo y es seguido con atención puertas adentro de hípicas que
no quieren ver dañada la reputación de la industria, ya mal vista por casos de
doping en todo el mundo.
Por lo pronto,
muchas prohibieron el uso de espolines, dando un mensaje a aquellas
organizaciones preocupadas por el bienestar de los caballos.
A todo esto,
los principales hipódromos locales se aprestan a reglamentar el uso de la fusta,
(como ya lo hizo el hipódromo de Palermo), que cambiará de medidas y pasará a
ser acolchada, poniendo pautas claras para su utilización.
La intención
es que cuando entre en contacto con la piel del caballo, el rebenque absorba el
golpe y cause menos dolor. En realidad, como dicen desde la Asociación de
Propietarios, ese manual de instrucciones estará dirigido a los jockeys que no saben qué hacer arriba de
una montura. A los demás no hay que enseñarles cómo utilizarla. Jamás una fusta debe ser usada para
descargar impotencias.
Camba Paso (La Comisión de carreras) deberá juzgar al jockey aprendiz Leandro Rhull, que se extralimitó con el uso
de esa herramienta en ocasión de su victoria con el caballo ASTILLAZO. Ya que el uso abusivo y alevoso no lo realizo
durante el desarrollo principal de la carrera, sino que lo hizo en los segundos
finales, frente a la línea de sentencia y sobre la cabeza del animal;
descargando así la impotencia de no poder dominarlo y mantenerlo en la línea
correspondiente, cuando ya finalizaba la prueba.
Comparto con ustedes el material de vídeo donde se puede observar claramente lo que estoy expresando:
Rhull les dio
más que un motivo y razones a todas las organizaciones proteccionistas para que sigan
reclamando el no uso de la fusta en las competencias hípicas y se aseguro, la
mala fama de castigador.
Hay quienes entienden que la comisión podrá
suspenderlo o darle un tirón de orejas, y otros que esto simplemente será una
puñalada en el agua, total una mancha más al tigre…. Esperemos no sea así y se
considere lo aquí expuesto.
Aquel estudio australiano mencionado al comienzo decía que los jinetes
aprendices son los más afectos a usar la fusta en forma reiterada. Unos ven en
el disco la gloria; otros, la posibilidad de pagar la luz y la factura del
teléfono celular.
EDNA
Para BANDERA VERDE TURF
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