La política interna se mueve dentro del Turf e involucra hipódromos, propietarios, cuidadores, jockeys, criadores y otros trabajadores, representados por sus respectivas asociaciones. En la lucha por sus intereses, los sectores pierden de vista el interés del conjunto, la defensa de la supervivencia y el mejoramiento del Turf. Todos los que lo integramos somos parte interesada, aportando trabajo, inversión, tiempo, y entusiasmo por las carreras de caballos. Nuestro Turf se ve perjudicado por la intransigencia de aquellas partes que dentro de él conspiran en contra del bien común.
Razones políticas y económicas no permiten la unión para que sectores con metas comunes trabajen juntos para aggionar un turf en decadencia y con tendencia a desaparecer. En esa puja de poder muchos ven el árbol y no ven el bosque.
Estamos ante una situación nunca vista en la historia del mundo, del país y del Turf. El efecto destructivo de esta pandemia se suma a la situación de un país económicamente en quiebra y de cuyo Gobierno dependemos, nos guste o no. Esta simbiosis, creada por factores conocidos, puso a las carreras en situación de riesgo por su dependencia de las Loterías que hoy aportan para la supervivencia de la hípica, de acuerdo a la ley del Turf. Todos sabemos de la fábrica sin chimeneas productora de miles de puestos de trabajo. Hoy está en riesgo de desaparecer si no conseguimos la unión de nuestras instituciones para superar este momento.
La industria hípica, 6ª productora mundial de SPC, se ve afectada por haras que cierran, remates que no se realizan e hipódromos en quiebra y sin carreras. La falta de consenso agrava la situación haciendo muy difícil llegar a un salvataje indispensable.
No nos olvidemos que no pensamos igual pero queremos lo mismo. La unión hace la fuerza. Juntos y empujando para el mismo lado lo podemos lograr.
Pro Turf
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